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Buenos Aires, Argentina
A fines de los años 80, Guillermo Gabriel Caldentey comienza a incursionar en el arte del tatuaje. En 1998 abre su propio local, “Cancerbero Tattoo”. Guillermo comienza a interesarse por la innovación de equipamientos. A fines de ese año desarrolla su primer máquina de tatuar. Para el 2002, el nombre de Guillermo se iba haciendo conocido junto con el de “Cancerbero Tattoo & Piercing Supplies”, destacandose en convenciones y demas eventos como uno de los pioneros en la venta de equipos para tatuar a nivel popular en Argentina. Después de mucho tiempo de investigar y realizar sucesivas reformas en sus maquinas, logró optimizar el rendimiento de las mismas y posicionar sus maquinas en diversos mercados dentro y fuera de la Argentina. Entre los logros de Guillermo Caldentey se encuentran premios nacionales e internacionales como tatuador y haber participado de jurado en más de 50 de distinos paises.

jueves, 20 de mayo de 2010

Transferencia


Para los principiantes es conveniente elegir dibujos de no mas de 1 cm2 de superficie (estrellitas, lunitas, huellitas de animales, etc.), en color negro y con líneas, ya que, cuando uno está comenzando, no distingue bien las dimensiones y con la concentración de la vista los dibujos tienden a percibirse bastante mas grandes de lo que en realidad son, ocasionando fallos a la hora de delinear y pintar.
Trabajando con este tamaño, se reduce el nivel de error al mínimo posible y, si bien se pueden presentar muchos inconvenientes, estos serán fáciles de resolver. Una vez concentrado el paso anterior, colocándose siempre los guantes descartables, se comienza con la transferencia. Procedemos a desinfectar bien a zona a tatuar, con Clorhexidina o Laclorhex y luego, con una maquina descartable, afeitamos bien el lugar y rociamos con Cloroxilenol o Español, haciendo unos masajes suaves para diseminar bien el líquido. La transferencia se realiza con papel hectográfico, que contiene tinta, donde colocamos el dibujo que vamos a tatuar del lado opuesto a la tinta, es decir, que el dibujo estará en la parte superior y la tinta se apoyará en la cara superior de la fotocopia o del papel de calcar que estemos usando. Sea cual fuere el papel elegido el dibujo tiene que quedar en la parte superior.
Lo mas conveniente a usar para la transferencia entre el papel hectográfico y la fotocopia, es el papel seda (barrilete), ya que tiene una adherencia muy buena y toma la forma del cuerpo cuando está humedecido, permitiendo que se adapte muy bien a zonas corporales curvas. Es, sin duda, mucho mejor que la fotocopia y que el papel de calcar, siendo este ultimo el más rustico de todos, ya que se rompe con facilidad.
Una vez que se tiene el dibujo calcado y, siempre con los guantes descartables puestos, humedecemos la zona a la que vamos a transferir, esparciendo bien el Cloroxilenol hasta conseguir una textura pegajosa, y aplicamos el papel barrilete, la fotocopia o el papel de calcar, apoyándolo sobre la piel.
Pasándole la mano realizamos unos masajes hasta que quede bien adherido. Como resultado, va a quedar marcada la tinta del hectográfico con un color violáceo. Luego esperamos unos minutos (se pueden aplicar a la zona unas palmaditas para fijarlo bien).
Finalmente, tocamos el dibujo transferido y, si no despide tinta, podremos comenzar a trabajar.
Antes de empezar a tatuar, vamos a colocar una capita fina de vaselina y, de ahí en más, a construir nuestro tatuaje. En el caso de una persona que recién comienza, lo recomendable es que empiece su trabajo por las líneas y luego continúe con el pintado, ya que, de esta manera, va a tener los márgenes en donde trabajar. Estas características técnicas van a depender siempre del estilo que se utilice al tatuar, por ejemplo: en full color no va a usar líneas y en diseños comerciales si.

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